lunes, 10 de enero de 2011

Motivación, rendimiento, desempeño y satisfacción

Con frecuencia suele ocurrir que conceptos como motivación, satisfacción, rendimiento y desempeño  se utilizan de un modo caprichoso. En ocasiones, algunos de tales conceptos se hacen equivalentes sin serlo. O se entrelazan a veces en relaciones simplistas. Con frecuencia, por ejemplo, se trata la motivación y la satisfacción como si fueran sinónimos. O se piensa que un trabajador motivado es automáticamente un individuo de elevado desempeño. O se plantea que un empleado satisfecho siempre es un trabajador de alto rendimiento. Parece que las cosas no funcionan de esa manera.  

Hagamos, de entrada, una diferenciación entre motivación y satisfacción. En algunas teorías, como la Teoría de la Motivación-Higiene de Herzberg, ambos términos se usan en un mismo sentido. Sin embargo, la mayoría de los autores contemporáneos considera que motivación y satisfacción son conceptos que hacen referencia a fenómenos totalmente distintos. Para ellos la motivación es un fenómeno previo a la conducta, y que se basa en las consideraciones futuras sobre las consecuencias del desempeño. La satisfacción, por otra parte,  es una actitud que surge como consecuencia de la conducta y que refleja los  sentimientos de la gente con relación a las recompensas que recibe. Hersey, Blanchard y Johnson (1998, p. 84) resumen con precisión la diferencia: ”La satisfacción es una consecuencia del los acontecimientos pasados, mientras la motivación es el resultado de las expectativas por venir”  

Revisemos ahora las relaciones entre motivación y desempeño. Un trabajador motivado no es necesariamente un trabajador productivo. Para que un alto nivel de motivación se traduzca en un alto desempeño son necesarios algunos ingredientes adicionales: la capacitación del individuo para el cargo, el conocimiento de lo que la organización espera de él (percepción del rol), la disponibilidad de recursos para la ejecución de la tarea y la identificación del trabajador con la organización. Solo la conjunción de esas circunstancias hace posible que un elevado nivel de motivación se materialice en un alto desempeño. 

Sobre este asunto vale la pena hacer una consideración adicional. Suponiendo que todas las condiciones señaladas sean óptimas (capacidad, percepción del rol, recursos e identificación), ¿cómo es la relación entre motivación y desempeño? ¿Un incremento sostenido de la motivación produce un incremento igualmente sostenido de la productividad? Las investigaciones parecen rechazar esta relación lineal. McClelland, citado por Vroom, en Vroom y Deci (1999, p.214) señala que: “a medida que la motivación aumenta de intensidad, primero causa un incremento en le eficiencia de la actividad instrumental, y luego la disminuye”  

Vroom (idem) adelanta dos posibles explicaciones para dar cuenta de esta disminución del desempeño cuando hay niveles muy elevados de motivación. La primera es el estrechamiento del campo de la comprensión que se produce cuando el individuo, altamente motivado para alcanzar una meta, fija su atención en las indicaciones específicas que conducen al resultado, y pasa por alto información importante. La segunda posible explicación es que elevados niveles  de motivación tienden a asociarse con fuertes estados emocionales (como la ansiedad) que perjudican el desempeño.     

La relación entre satisfacción y desempeño tampoco parece clara. Gibson et alt. (op. cit., p. 124) establecen lo que tradicionalmente han sido las tres posibilidades de relación entre estas dos variables: 1) la satisfacción produce rendimiento o desempeño; 2) el desempeño genera satisfacción y 3) no hay relación directa entre desempeño y satisfacción. Las investigaciones se inclinan a favor de esta última aseveración. Aunque la situación varía, dando apoyo a la segunda relación, cuando se toman en consideración las recompensas. Así, un comportamiento productivo seguido de recompensas valoradas por el ejecutante aumenta la satisfacción.   
 
Las relaciones entre estos tres conceptos podrían concebirse como un juego circular de influencias. La motivación produce alto desempeño cuando la acompañan la capacidad, el conocimiento del papel, la disponibilidad de recursos y la identificación con la organización.  El buen desempeño puede conducir a recompensas extrínsecas e intrínsecas que generan satisfacción. La satisfacción alcanzada alimenta las expectativas para el comportamiento futuro, incrementando la motivación para el nuevo desempeño. 


Actitudes de los empleados y sus efectos

Existen diferentes tipos de actitudes que a continuación se mencionaran:

TIPOS DE ACTITUDES
Los tipos de actitudes que se consideran en el libro son aquellos que se relacionan con el trabajo y son los que el Comportamiento Organizacional enfoca en mayor forma y son tres actitudes:
  • Satisfacción en el trabajo.- Es un conjunto de sentimientos y emociones favorables o desfavorables con el cual los empleados consideran su trabajo. Es la actitud que un empleado asume respecto a su trabajo. De forma lógica aquellas personas que obtienen un alto nivel de satisfacción con sus actividades establece actitudes muy positivas y benéficas.
  • Involucramiento con el trabajo.- Es el grado en que los empleados se sumergen en sus labores, invierten tiempo y energía en ellos y conciben el trabajo como parte central de su existencia. Mide el grado en el que la persona se valora a sí mismo a través de la identificación sociológica en su puesto dentro de la empresa. A los trabajadores plenamente identificados realmente les importa el trabajo que realizan. 






    • Compromiso organizacional.- Es el grado en el que un empleado se identifica con la organización y desea seguir participando activamente en ella. Es aquella que se refiere a que el empleado se identifica con la empresa, metas, objetivos y que esta metido en ello como cualquier otro que labora ahí, es decir este se refiere a identificarse con el servicio persona a la organización y el compromiso con el trabajo a identificarse con su labor específica.

    EFECTOS DE LAS ACTITUDES DE LOS EMPLEADOS
    Las actitudes son indicadores razonablemente aceptables de las conductas ofrecen indicio de las intenciones conductuales o inclinaciones a actuar de cierta manera (positivas o negativas). Cuando un empleado se siente insatisfecho no se involucra en sus labores y asume un compromiso insuficiente con la organización y es probable que de ellos se desprendan ciertas consecuencias.

    Una actitud favorable hacia un lugar de trabajo significa que generalmente se trata de una fabrica, o una empresa agradable y que nos gusta trabajar ahí, podemos preferir no aceptar otro trabajo debido a que tenemos algo sentimental respecto al lugar, luego nos encontramos en un estado de ánimo favorable o en las cosas relacionadas a el.
    Una actitud desfavorable tiene aspectos hedonistas similares excepto que son negativos. Nos desagrada el lugar por lo general nos sentimos infelices en nuestro trabajo, nuestro estado de ánimo es de depresión odiamos a los compañeros de trabajo y a los patrones.
    El desempeño de los empleados tiene que ver con un enunciado en relación a un alto desempeño contribuye a una alta satisfacción laboral, deriva usualmente mayores retribuciones económicas, sociológicas y psicológicas, si estas son consideradas justas y equitativas ello da lugar a una mayor satisfacción. el resultado es un circuito: desempeño - satisfacción - esfuerzo











  • Enfoques de Calidad

    Cuadro comparativo sobre diferentes enfoques de calidad: Deming, Juran, Crosby, Japonés
    Tanto se habla y analiza el tema de la calidad en nuestros días, por lo que a continuación se da un breve resumen con los principales puntos y tópicos mas importantes de las filosofías de los principales "maestros" que han abarcado y desarrollado tan importante temática, que nos afecta diariamente como empleados, como consumidores y en nuestra vida personal.
    Joseph Juran
    Fué junto con Armand Feigenbaum un pionero del análisis de calidad de costos en los años 50
    Dividió los costos de calidad en cuatro categorías: Costos de control= Costos preventivos, costos de apreciación, Costos por fallas = costos por fallas internas y costos por fallas externas
    Costos de prevención: son los costos relacionados con acciones realizadas para planificar el proceso, con objeto de que no se produzcan imperfecciones. (p.e. diseño de un proceso de fabricación sin defectos, diseño del producto, etc.)
    Costos de apreciación: aquellos relacionados con la medición del nivel de calidad alcanzado por el sistema (p.e. inspecciones, proceso de auditoría y calidad, etc.)
    Costos por fallas internas: los que se incurre para reparar productos terminados antes de que lleguen al cliente (p.e. desechos, reprocesos, reparaciones, etc.)
    Costos por fallas externas: Son los relacionados con entregas de productos terminados con imperfecciones a los clientes. (p.e. reparaciones con garantía, devoluciones, anulaciones, etc.)
    Los costos de control crecen a medida que crece la calidad, mientras que los costos por fallas aumentan a medida que disminuye la calidad (Curva en U)
    Mejorar la calidad gastando más en actividades iniciales (costos de prevención) es un buen negocio para cualquier organización.
    Probablemente por cada dólar que se gaste en prevención es probable que se ahorre diez dólares en costos de apreciación y de fallas. (Hacerlo bien desde la primera vez)

    W. Edwards Deming
    Cree que la falla que tienen muchas industrias para competir en el mercado internacional es su falta de atención a la calidad (1.982)
    El principio fundamental es que los costos por inconformidad y la consecuente pérdida de reputación de la empresa para la clientela son tan altos que la evaluación de costos de calidad es innecesaria
    Deming considera que la atención que se presta a la medición de los costos de calidad y a buscar niveles óptimos de imperfección son una prueba del fracaso en entender el problema
    El objetivo correcto según Deming, es lograr cero imperfecciones.

    Philip Crosby
    "Al igual que Deming, considera que el costo de la calidad se puede minimizar ""haciendo las cosas bien desde la primera vez"" (1.979)"
    El objetivo de cualquier operación debe ser lograr cero imperfecciones
    Al igual que Juran, Crosby considera necesario medir los costos de calidad en dos componentes: El precio de conformidad y el precio de inconformidad
    El PC incluye todos los costos incurridos al hacer las cosas bien desde la primera vez. (Costos de prevención e inspección de Juran)
    El PI incluye todos los costos incurridos de hacer las cosas mal, o precisamente el costo de corregir las cosas. (Costos de fallas internas y externas de Juran)
    El PC de una compañía bien manejada es normalmente del 2 al 3% de las ventas
    El PI de una compañía en la mayoría de las empresas se acerca del 20 al 25% de las ventas. (1.984)
    No existen problemas de calidad. Lo que existen son problemas de ingeniería, de fabricación, de mano de obra u otros que ocasionan la baja calidad.
    "Como herramienta de control gerencial propone una ""red de madurez de la gerencia de calidad"" (Incertidumbre, Consciencia, Claridad, Discernimiento y Certidumbre)."

    Enfoque Japonés
    El objetivo esencial es mejorar la calidad de vida de los productores, de los consumidores y de los inversionistas
    La calidad la definen como la uniformidad alrededor del objetivo, y su finalidad es el mejoramiento contínuo con miras a la perfección.
    Los japonenes y Crosby usan el costo de la calidad para orientar la acción y no como un fin en sí mismo.
    Diversas prácticas facilitan la gerencia de calidad: lotes pequeños, minimización de inventario en productos en proceso, mantenimiento, revisión diaria de máquinas y círculos de calidad. (Charles Fine,1.985)
    La calidad es un camino y no un destino. El incremento de la calidad es una forma esencial de vida y no un objetivo de negocios.